5/19/2006

¿ VOTAR VICIADO O EN BLANCO EN 2DA VUELTA?Invitado:Carlos Arana



Carlos Arana <carenab2002@yahoo.es> escribió:
Fecha: Fri, 19 May 2006 18:24:06 +0200 (CEST)
De: Carlos Arana <carenab2002@yahoo.es>
Asunto: ¿PORQUE VOTAR VICIADO O EN BLANCO EN 2DA
VUELTA?
Para: Javier Lajo <javierlajo@latinmail.com>, Cenes <cenes2006@yahoo.es>,
Manuel Lajo <cenes@bonus.com.pe>

Después de más de 5 años de recuperada la democracia
-controlada por una constitución fujimontesinistas-
vemos que llegamos a un momento nuevamente critico del
proceso político peruano. Han sucedido muchos sucesos
que han hecho que la población y la ciudadanía
desconfíe cada vez más de la denominada "clase
política" tanto de los antiguos como de los nuevos que
en un momento se les llamó independientes y ahora
"outsiders".

En el año 2001 salíamos de una dictadura encubierta de
ciertos formalismos legales establecidos en la
Constitución de 1993 y muchos pensabamos que con la
fuga del dictador y la captura de su socio se abrían
nuevas perspectivas y se pasaba a una etapa de
recuperación real, auténtica y transparente de valores
democráticos. Las circunstancias en que nos
encontarmos en ese año hiso que los electores seamos
magnánimos con algunos candidatos y se apoye a quienes
habían estado en la lucha contra la dictadura (aunque
muchos en los últimos momentos de ésta). Así mismo se
fue complaciente con un candidato que retornaba al
país y que en un video se vió que él no pensaba
regresar inmediatamente porque la dictadura se iba a
quedar un período más -hasta el 2005- pero les decía a
sus jóvenes compañeros que se preparacen.

Es así que se dió en el 2001 la primera vuelta
electoral y pasaron a la segunda Alejandro Toledo y
Alan García. Las circunstancias de este momento creo
que tuvieron sus particulares así como sus constantes
que la apreciamos en estos días previos a la segunda
vuelta del 2006.

Entre las circunstancias particulares tenemos: a) la
misma convocatoria a una elección en el 2001, después
que la dictadura entro en crisis terminal con la fuja,
el desbande y la bajada de perfil de muchos de sus
principales operadores; b) un gobierno de transición
que a pesar de todo demostró que se podía volver a la
decensia política y a la inclusión de muchos sectores
marginados; c) La esperanza en quien había demostrado
una relativa consecuencia en su lucha contra la
dictadura podiendo continuar con mayor amplitud lo
establecido en el gobierno de transición; d) la
aparicón de sectores sanos de nuestra población,
especialmente de jóvenes, que si muy bien no querían
participar directamente en política pero creían que en
nuestro país se devían de recuperar la honestidad, la
dignidad y la moral de nuestros gobernantes; e) es así
que la disyuntiva entre Toledo y García se inclinó un
poco más por el primero que por el segundo quien tenía
antecedentes de muchos errores en su gobierno del
85´al 90´ que un gran sector de la población recordaba
y había vivido, y porque no decir hasta su mismo
partido; f) finalmente, tendríamos que decir que entre
las particularidades también podríamos expresar una
campaña por el voto en blanco o viciado pero sin mucha
claridad de sus objetivos -aunque más se inclinaba por
el candidato García-, por sus principales exponentes
que no dieron los suficientes argumentos políticos
porqué negar el voto a Toledo.

Por otro lado, entre las constantes que encontramos
estarían: a) continuidad de la crisis de los partidos
políticos nuevos y antiguos que llevan a candidatos
sin ninguna perspectiva política hacía el país y más
de índole personal; b) subsistencia de la corrupción
velada o legalizada por algunos mecanismos
establecidos en el Estado, seguramente la más conocida
es la de los sueldos de los congresistas pero existen
muchas más que la "burocracia dorada" civil y militar
ejecuta y está dispuesta a acomodarse con quien gane
las elecciones; c) dos candidatos que no gozan de
buenos antecedentes tanto en su desenvolvimiento
político como en su entorno inmediato; d) el pase a
una segunda vuelta de un "outsider" a la segunda
vuelta frente a un representente de la clásica
partidocracia.

Después de estas consideraciones sería bueno pensar si
estamos haciendo bien en seguir votando por el
candidato menos malo y olvidarnos que ellos son
productos de todo un proceso político que no ha
resuelto sus principales problemas y males que va
desde lo interno de sus organizaciones políticas y en
el mismo Estado que aspiran representar. Por eso,
pienso que el voto viciado o en blanco es un voto de
esperanza para que las cosas cambien por el bien del
país. Y que cualquiera que salga elegido asuma con
honestidad, transparencia y moralidad el gobierno y
enfrente los grandes problemas nacionales: los altos
índices de pobreza, la descentralización, un Estado
que represente a las grandes mayorías y que sea un
instrumento de desarrollo, entre otros.

El voto viciado o en blanco significa también que no
seamos pasivos. Asímismo que no podamos opinar
después sobre el gobierno. Por el contrario. Nuestros
gobernantes nos tienen acostumbrados a hacernos
olvidar que ellos asumieron una responsabilidad frente
a la población y ciudadanía en general así hallamos
votado o no por ellos. Ellos deben resolver los
problemas del país o sino dar un paso al costado. El
reconocimiento de sus limitaciones e incapacidades
hará madurar a nuestra democracia, pues así tendremos
mejores gobernantes.



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