1/23/2006

¿ NO DEBEMOS DEFENDERNOS DE LA VIOLENCIA INSTITUCIONALIZADA ?

 
Estimado Manuel
Siento que al ambiente electoral se está caldeando mucho y que solamente después de la primera y quizá segunda vuelta habrá más claridad para saber hacia adónde marchará el país.
Desde mi rol de analista trato de tomar un poco de distancia para ofrecerle al público interesado una visión menos inmediatista de las cosas. En ese sentido me preocupa la ausencia de instituciones sólidas en el país, la errática y selectiva vigencia de la ley, el uso de la violencia para hacerse escuchar y la justificación de las "tomas de... (carreteras, universidades, comisarías, etc)". . en nombre de la lucha contra la corrupción o el mal gobierno.
No entiendo cómo a partir de acciones ilegales y violentas, se pueda pretender representar los valores de la legalidad y la restauración del estado de derecho.
L.T.     
Estimado León Trahtemberg :
Estamos de acuerdo: de ninguna manera se puede creer que el método puede ser incoherente respecto del objetivo,es decir ,no se puede construir por la violencia el respeto por la ley o el Estado de Derecho.
Sin embargo,conociendo por dentro la corrupción del estado criollo veo muy difícil que el sistema se autocorrija .Por ejemplo,gane quien gane ,estas elecciones generarán (y legitimarán por cinco años) un Ejecutivo y un Parlamento aún más mediocre y corrupto que los actuales .No es pesimismo.Basta comparar esta tómbola con la elecciones de Chile o aún la de Bolivia o incluso  México. a   
Eso me hace ver la insurgencia ,derecho constitucional  -como tarea masiva y por ello pacífica y ordenada-como una solución al desorden y violencia institucionalizada actual .Por cierto lo de Andahuaylas ,Locumba y Marcha de los Cuatro Suyos tienen componentes pero están muy lejos de lo que sería una insurgencia ideal .Pero son hechos reales que abren el camino a escenarios distintos  y de futuro
Gracias
Manuel Lajo ,Ph.D.

1/20/2006

Nota de Conveagro

CONVEAGRO PIDE QUE PROXIMO CONGRESO
INVESTIGUE A NEGOCIADORES DEL TLC

El presidente de la Convención Nacional del Agro
Peruano, Conveagro, Luis Zúñiga Rosas, calificó de
"sospechosa" la prolongada demora del gobierno, en
publicar los acuerdos finales de la negociación agrícola
en el Tratado de Libre Comercio con los Estados
Unidos, por lo que demandó, en representación de 45
organizaciones y gremios agrarios del país, que el
Mincetur, cumpla con ese cometido.

Zúñiga Rosas, dijo que tiene información procedente
del Ministerio de Agricultura, de que esta 'demora'
obedece a que la negociación agrícola no ha concluido
y que en temas puntuales, como cuotas de importación
y plazos de desgravación para productos sensibles, se
vienen trabajando cartas paralelas, que obligarán al
Perú a cumplir más allá de los compromisos hasta
ahora conocidos.

Explicó que uno de los temas tiene relación con la
posibilidad de modificar normas del Senasa, que
permitirían el ingreso al país de carne norteamericana al
margen de los mecanismos de protección contra los
riegos de las "vacas locas" y la "gripe aviar".

"De ser así, estaríamos renunciando a medidas de
protección, no solo de nuestra producción local, sino de
la salud de nuestra población, por lo que es necesario
que el ministerio de Agricultura aclare esta
información", precisó.

El dirigente agrario planteó, de otro lado, que el
próximo Congreso de la República, debe iniciar, de
hecho, un proceso de investigación a los responsables
de las negociaciones del TLC, empezando por el
presidente Alejandro Toledo, los ministros Alfredo
Ferrero, Manuel Manrique y los jefes de las mesas de
negociación, para que este proceso comercial que nos
obligaría de por vida con la economía más grande del
mundo, sea transparente.

También dijo que en aras de la transparencia que debe
primar en el país, los mencionados funcionarios y todos
quienes -pagados por el Estado-, tuvieron que ver con
las negociaciones del TLC, firmen un compromiso
público para no involucrarse laboralmente con ninguna
empresa transnacional norteamericana en los próximos
diez años.

"El Perú necesita saber qué se negoció en la mesa
agrícola y también exige que quienes han
comprometido el futuro de nuestra seguridad
alimentaria respondan a los peruanos", señaló.

Lima, 19 enero 2006

AGRADECIDOS POR SU DIFUSIÓN
Luis Zúñiga: 96288556

1/15/2006

Fw: OLLANTA, EVO Y HUGOCHAVEZ EN EL ESCENARIO

 
Manuel Lajo ,Ph.D.
CENES Av. La Mar 1933 .Lima 21,Perú
Telf 4606611  y  93781800
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----- Original Message -----
Sent: Sunday, January 15, 2006 10:32 AM
Subject: OLLANTA, EVO Y HUGOCHAVEZ EN EL ESCENARIO

OLLANTA, EVO Y HUGO CHAVEZ

                                                      Por GUSTAVO ESPINOZA M. (*)

Recientemente el escenario electoral peruano fue sacudido por un violento sismo cuyo epicentro estuvo en Caracas. Allí, el Comandante Hugo Chávez, al recibir formalmente al nuevo Presidente de Venezuela Evo Morales, presentó al candidato presidencial del reciente Partido Nacionalista Ollanta Humala Tasso, saludándolo como “un patriota” y deseándole mucha suerte para la confrontación que se avecina en el país.

La repercusión del hecho fue inmediata. Los medios de comunicación hablaron de un nuevo “eje” latinoamericano: Caracas-La Paz-Lima, y lo situaron bajo el “padrinazgo” de Fidel Castro. La Clase Dominante tembló espantada y el gobierno de Toledo llamó a consulta a su embajador en la capital bolivariana abriendo la puerta a una controversia de orden diplomático. Después vino una secuela aún mayor, que aún no ha concluido y que se orienta a un objetivo muy definido: romper las relaciones diplomáticas entre nuestros países como un paso para aislar a Venezuela y golpearla mejor.

Las comparaciones, por parte de los medios de comunicación peruanos, no se hicieron esperar. “Ollanta Humala es el Hugo Chávez peruano”, dijeron unos. “Ollanta Humala por la ruta de Evo Morales”, aseguraron otros. “Todos, tras la huella de Fidel”, dijeron los demás. Especulaciones, sin duda, pero que diseñaron temores, sospechas y también infundadas relaciones entre procesos distintos.

Evo Morales, a diferencia de Humala, es un líder social de reconocida ejecutoria. Fue dirigente sindical, campesino y cocalero, diputado, y candidato a la Presidencia de su país, dirigente de un Partido de perfiles claros y tendencias definidas, identificado con un derrotero socialista. Ollanta, por su parte, es un caudillo nuevo salido de los cuarteles, cuya única experiencia social ha sido la relación con un destacamento de 220 soldados, que rehusa definiciones de orden político o ideológico. Ambos pueden tener algunas coincidencias en el plano de sus visiones nacionales, pero están lejos de implicar la misma receta para los pueblos.

Algo parecido puede asegurarse con relación a Hugo Chávez. Ollanta tiene similitudes, en efecto, con el Hugo Chávez de 1992, que emergió a la arena política de su país como un nacionalista, un patriota y un bolivariano empeñado en transformar su país; pero el Chávez del 92 ha evolucionado. Ahora es otro. Es un internacionalista,  tiene una visión continental de la política y  promueve un accionar revolucionario en un plano muy alto y lo alienta de manera coherente.

Ocurre, sin duda, que el escenario latinoamericano puede juntar distintas vertientes que hagan resistencia a la dominación imperialista o se opongan a ella; que coincidan en criticar la voracidad de los monopolios o, incluso, la inequidad del modelo neoliberal y sus prácticas lesivas a los derechos de pueblos y naciones. Estas fuerzas pueden sumar, pero no son necesariamente iguales ni tienen lazos en común lo suficientemente sólidos.

Ollanta Humala no salió como Palas Atenea de la cabeza de Júpiter tronante, acabadito y compuesto. Es una figura en proceso de formación y decantación, que ha atravesado en corto tiempo diversas estaciones, y que aún no tienen un final preconcebido.

Hoy ha llegado a su punto más alto en la consideración ciudadana y aparece sentado en una cúspide que tiene dos vertientes. Si se inclina a un lado, puede seguir el derrotero del Chávez del 92 y crecer como creció el líder venezolano. Pero si se inclina al otro, puede caer en el descrédito, como ocurrió con Lucio Gutiérrez, otro militar que tuvo su cuarto de hora en el vecino Ecuador. Eso dependerá de su consistencia personal, de su formación humana, de sus propios valores y principios.

Para saber su derrotero futuro, habrá que seguir con tiento sus pasos. Por de pronto Ollanta busca eludir compromisos de fondo con el movimiento popular y detesta –como dice- verse “encasillado en una terminología antigua” (derecha, o izquierda). Por ahora, prefiere situarse con referencia a dos polos: la globalización y el nacionalismo.

No han sido definiciones ambiguas, sin embargo, las que lo llevaron al fracaso en sus tratativas con la Izquierda Oficial peruana. No hubo, con ellas, debate en torno a posiciones de principio, o programa. Apenas cartas formales y respuestas tajantes: Humala no quiso cambiar su fórmula presidencial y apenas nos ofreció cinco puestos en la lista parlamentaria, dijeron los voceros de las fuerzas convocadas. 5 puestos de un total de 120 congresistas, le pareció demasiado poco a una izquierda que probablemente llegue debajo las 4% en la votación, perdiendo así su misma inscripción.

No puede atribuirse sólo a unos, o a otro, la responsabilidad total del fracaso en estas nuevas tratativas. La responsabilidad la tienen las personas, por cierto, pero sobre todo la visión electoral que se le dio a la tentativa de acuerdo, cuando lo que debió buscarse, y alentarse, fue la afirmación de un acuerdo político que permita una acción común, independiente de los resultados electorales. Así podría no haberse llegado a un pacto de votos, pero se habría ganado una decisión de masas para una lucha definida. No basta, entonces, encontrar coincidencias personales ni cupos electorales. Es necesario asegurar un camino similar con objetivos definidos

Ollanta Humala no es Evo Morales del mismo modo que tampoco puede comparársele con el Hugo Chávez de nuestro tiempo. Pero los pueblos de Perú, Bolivia, Venezuela -y otros- tienen similares objetivos y los mismos problemas que los agobian. Es eso lo que no hay que perder de vista. (fin)

(*) Del Colectivo de Dirección de Nuestra Bandera

1/06/2006

- LOS HUMALAS EN LO MEDIATICO Por : Carlos Arana (Sociólogo,Investigador de CENES)

Una gran veta en los medios de comunicación en los
últimos días tanto a nivel nacional como internacional
ha sido poner en "primeras páginas" a Ollanta Humala
casi marginando al otro candidato de esa familia. La
lectura es clara: si los humalas han interrumpido
abruptamente en la política criolla sigamosle el juego
que finalmente está trayendo buenos resultados pues en
el imaginario social está quedando que los sectores
que buscan un auténtico cambio o "asistemícos"
(palabra muy usada últimamente) no tienen casi cabida
en sus páginas, más aún ya le arrancaron a Ollanta el
día de ayer que los medios de comunicación no van ser
tocados si es que llega al poder. Negocio perfecto de
un reducido grupo de familias que dirige una parte de
la conciencia del país. Como no tiene propuesta
elaborada solamente le queda aceptar pues ya no tiene
capacidad para exigirles que limpien los medios de la
basura que comunican diariamente, que el "dios rating"
no sea el que gobierne los programas, que la
ciudadanía tiene el derecho a vigilar a los medios de
comunicación como lo puede hacer a cualquier poder
público. Así Ollanta se está volviendo poco a poco el
candidato perfecto de grandes grupos de poder y entra
en la nómina de sus elegibles (Flores, Paniagua y
García)

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