Cuatro conferencias de Theotonio Dos Santos en este verano en Lima (dos en la Derrama Magisterial y dos en el MNI ) y una quinta- mañana 14 de febrero en el Hemiciclo del Congreso invitado por el Vicepresidente - estàn contribuyendo a renovar el optimismo de un sector de los intelectuales peruanos en una Amèrica Latina que sale resueltamente del neo liberalismo .
Pero una vez màs los grupos dominantes peruanos se aferran a un modelo econòmico y polìtico anacrònico buscando ganar exageradamente hasta la ùltima gota del ùltimo dìa de la fase de auge del ciclo por el que atravesamos .Alan -como Toledo y Fujimori antes - se doblega ante las grandes corporaciones y los intereses del imperio y olvida sus ofertas al pueblo que confiò en el APRA.incorporando al gobierno màs y màs operadores del gran capital y profundiza su alianza política con el sector màs peligroso del fujimontesinismo .Esto se encubre con un desafiante "pragmatismo moderno" que ha convertido el antiguo antimperialismo aprista en la ideología del mataperro del hortelano. Por quedar bien con los monopolios no le importa agraviar a los peruanos por cuidar sus recursos colectivos y resistirse a ser despojados de nuestro patrimonio .
Pero son tiempos de cambio y no de retroceso .Aunque los regìmenes pro Bush de Alan y Uribe - como el del mexicano Calderón - parezcan cada vez màs desfasados e impidan el avance de la historia en estos años los pueblos no soportan el atraso.
Theotonio Dos Santos ,Andrès Gunder Frank(fallecido en Abril 2005) y los teòricos de la dependencia acompañan desde hace décadas a los pueblos en Brasil,Chile,Venezuela,Bolivia,Cuba, Perú , Bolivia, en la bùsqueda de una alternativa eficaz para construir una nueva economìa y una nueva sociedad. Su aporte en el anàlisis y en la elaboración de polìticas es indispensable y central en la lucha popular y nacional .Los que tenemos el privilegio de ser sus alumnos,colegas y amigos desde los años 60 hemos compartido estudio y acciòn,victorias y derrotas ,horrores y esperanzas.Creo que somos un tipo de intelectuales ligados a la acciòn política,comprometidos vitalmente con nuestras ideas . No ha sido fàcil esta larga lucha pero no nos quejamos.Màs temprano que tarde hemos visto triunfar nuestras propuestas y -como veremos en los artículos que adjuntamos -cada vez ha sido màs preciso y sentido nuestro involucramiento en la vida de nuestros pueblos .
Andrés Gunder Frank - con quien trabajamos en el CESO de Chile allendista entre 1969 y 1773 - dirigiò mis iniciales estudios hacia el doctorado en Inglaterra en 1979-80 - En los inicios del 2000 querìa venir al Perù como ahora lo hace Theotonio .Cuando en Febrero del 2000 tuve que ir a Washington a presentar ante la CIDH el gigantesco abuso que sufrì por la mafia fujimontesinista Andrès nos apoyò resueltamente . En la navidad de 2002 conversamos mucho con Andrés en La Florida sobre Perù y el Oriente (China,India). Ahora lo hacemos con Theotonio en Lima . Mucho de lo que podemos plantear para el Perù y Amèrica Latina tiene el sello
de intelectuales militantes .
Al reproducir aquí estos escritos queremos rendir un homenaje a estos grandes amigos y permitir a nuestros colegasd conocer con mas detalle esta larga discusiòn -acciòn ....que debe seguir por algunas dècadas .
LA DEPENDENCIA DE THEOTONIO*
André Gunder Frank**
(Publicado aquí con permiso de A.G.F.)
Con toda razón escribe Theotonio que considera "una cuestión secundaria [la de sí] el creador de la teoría de la dependencia fui yo [él], Fernando Henrique Cardoso o André Gunder Frank". Diría que no es o no debería ser cuestión alguna. Pues, como alguna vez señaló Gunnar Myrdal, todas las teorías económicas surgen del momento político que genera su necesidad y les da su razón de ser. Así lo muestra también Theotonio cuando hace su bosquejo de la década pre-guerra que limitó el ingreso de divisas a los países latinoamericanos y les obligó a poner en práctica, con fuerte intervención del Estado, una política de sustitución de importaciones. Así lo hizo Argentina en la práctica cuando Raúl Prebisch era cuasi Ministro de Economía mucho antes de lanzar la teoría por la CEPAL en 1949. Además, fuera de la poca familiaridad en Brasil con Manoiliescu como teórico, a pesar de que él también fue Ministro de Economía en Rumania, es muy dudoso que alguno de los arriba mencionados u otros 'creadores' de la teoría y política contra la dependencia en América Latina, tuvieran idea alguna de que Yugoslavia, Rumania, Bulgaria, Grecia, Irán y Turquía, cada uno por sí y los Balcanes en su conjunto, adoptaron esta misma política estatista de sustitución de importaciones, y la defendieron teóricamente durante la misma crisis económica de los años 30, como bien lo demuestra Dilek Barlas en su libro sobre "Estatismo y Diplomacia en Turquía 1929-39" (Brill, 1998). Por cierto, su implementación fue también inhibida por una fuerza económica-política exterior, que para ellos fue la Alemania Nazi, como en Latinoamérica fueron los Estados Unidos. Podríamos preguntarnos porque su experiencia y teorización no alcanzaron renombre mundial, tal como el de la dependencia de Latinoamérica. La respuesta se encuentra fácilmente al invertir la pregunta: ¿Porqué la popularidad de la teoría de la dependencia en Latinoamérica y su difusión por el mundo? Theotonio no lo pregunta, pero hacerlo es esencial para entender de qué se trató o de qué se trata. En respuesta, bastan dos palabras: Cuba y Vietnam.
Escribo de qué se trató o de qué se trata, porque en el número de Noviembre-Diciembre 2002 de una de las dos revistas norteamericanas más prestigiosas sobre asuntos internacionales, Foreign Policy Magazine, está dedicado a QUE PASO CON... el marxismo, los valores asiáticos, los "límites al crecimiento", la "teoría de la dependencia", la destrucción mutua asegurada (Mutually Assured Destruction, MAD), y el complejo militar-industrial. Fuera de reconocerle aún alguna vida al último, los demás, según los 'cerebros notables' como el director de la revista los llama, son declarados muertos, extintos [¡algunos antes de nacer!] y bien ubicados en el basurero de la historia. Allí me tienen a mí de dependentista. Fernando Henrique se salvó según dice el director, por abandonar la teoría. No debe sorprendernos el fallo, pues si no se lo esperaba, no se hubieran dado el trabajo de preguntar. Lo que sí llama la atención es la tergiversación del tema, la atribución mal intencionada de argumentos y la ausencia de evidencias, tema sobre el cual el Dr. Profesor de Finanzas Internacionales y Desarrollo, Andrés Velasco, de la Universidad de Harvard pronuncia su sentencia de muerte.
Theotonio hace lo contrario en tres ensayos escritos para audiencias diversas y reunidos aquí, lamentablemente sin mucha revisión editorial para eliminar repeticiones o construir el argumento central. Theotonio revisa la historia de la realidad reciente; como ésta exigió la aparición de la teoría de la dependencia en respuesta a un régimen teórico y a las asociadas políticas económicas que ya no daban para más, vuelve sobre algunas de las discusiones bien conocidas por los participantes y la generación de estudiantes, políticos y gente común para los cuales todo esto era el pan diario. Pero aún así, parece que hace falta más, pues varias veces por semana me llegan e-mails por doquier, esta semana de Nepal, de estudiantes que ni habían nacido en 'nuestra época' y que ahora me preguntan que es esto de la 'dependencia' y donde podrían informarse. Que bien, pues de aquí en adelante los puedo reenviar todos a Theotonio. Además, aunque no lo hace en este libro, fue Theotonio quien hace ya décadas atrás, nos llamó la atención de que nosotros mismos tenemos que hacer nuestro propio estudio de la economía mundial, como luego lo hiciéramos él y yo -pues no podemos confiar en los estudios de la misma elaborados por los que la manejan a su gusto, ni a sus portavoces 'teóricos', vale decir ideológicos, de los cuales es botón de muestra y prueba este señor Velasco, profesor de Harvard con nombre y apellido español. Sin embargo, aunque no revisa el mundo entero en este libro, los análisis mundiales de Theotonio inciden y se reflejan en lo que nos vuelve a demostrar sobre la dependencia. También le sirve para contestar a los cada vez más numerosos críticos de nuestra labor, que no fue perfecta, pero todavía bastante mejor que la de nuestros críticos. Esto vale para empezar con los críticos venidos desde la izquierda, como eran los "modos produccionistas" que muy luego nos condujeron a un callejón sin salida, que nos acusaron de "circulacionistas" y que después se olvidaron de la lucha de clases. Y por supuesto vale también para los críticos venidos desde la derecha que pronunciaron la muerte de la dependencia (de ella misma, no tan solo de la teoría), precisamente en la 'década perdida' por la crisis de la deuda de los 1980.
Mucho más aún que la inversión extranjera, la crisis de la deuda externa (e interna - especialmente ligadas en el Brasil) convirtió a los mismos Estados en Latinoamérica, en instrumentos fieles y hábiles de las finanzas internacionales, que chupaban -y aun lo hacen- la sangre de sus pueblos a los bancos de Wall Street y al Tesoro Norteamericano. En México se contestaba a los bancos de Washington: "no podemos apretarnos más el cinturón, pues ya lo comimos ayer". Y acordémonos del Fujishock que sufrieron los pobres peruanos cuando escogieron a Don Alberto Fujimori que prometió NO implementar la política del FMI que ofrecía su opositor Vargas Llosa. No bien llegado a presidente, hizo peor aún de lo que Vargas Llosa había prometido hacer. O veamos a la pobre Argentina, una vez el país más orgulloso del continente, con la sociedad más europeizante, y ahora destrozada, como ninguna otra nación fuera de Rusia, por la dependencia del dólar al cual ligaron el peso que no aguantó, y menos a un dólar en sí sobrevaluado en el mercado mundial. Si esto no es una manifestación de dependencia, Sr. Perito en Finanzas Internacionales Andrés Velasco, agradecería cualquier esclarecimiento sobre lo que sí podría ser dependencia.
Theotonio dedica especial atención a nuestro compadre de la dependencia Fernando Henrique Cardoso. Y con mucha razón, no sólo por ser ambos brasileños, sino por el mal ejemplo que nos ha dado FHC. Pues ha ido cambiando de vocabulario varias veces, para llegar a la presidencia de Brasil y durante sus 8 años de oficio que están por terminar mientras escribo estas líneas. Digo cambiando de vocabulario, pero no de carácter ni de política, como bien señala también Theotonio. De carácter, ha tenido la gentileza conmigo de telefonearme -siendo presidente- cuando salí del hospital y de recordar en varios foros públicos, que aún me agradece haber ido a recibirlo al aeropuerto en Santiago de Chile cuando él llegó al exilio después del golpe de estado de 1964 en Brasil. En cuanto a política, Theotonio no lo dice, pero podría haberlo dicho, recuerdo que FHC me lo dijo en un hotel en París: "yo soy socialdemócrata y en un gobierno mío haré lo que dentro de la social democracia se puede hacer, en especial en el campo interno". Y esto hizo -bien o más bien mal- en materia de política agraria y social, en donde hizo bastante menos de lo que de él podríamos haber esperado. Pregunten al MST no más.
Una de las caricaturas más absurdas que de los dependentistas se hizo, es la de que se olvidan de las condiciones y relaciones 'internas' de un país para enfocarse tan solo en la dependencia 'externa'. Theotonio muestra que nuestra tesis fue más bien la contraria. Además, sería absurdo que los dependentistas no estudiaran sus propias sociedades, pues como también anota Theotonio, ellos han sido predominantemente sociólogos, como él mismo y Fernando Henrique, quien antes de ser presidente del Brasil fue presidente de la Asociación Internacional de Sociología. Algunos historiadores como Roberto C. Simonsen y Sergio Bagú fueron precursores y después otros pocos siguieron; politólogos había pocos, y economistas casi ninguno, con excepción mía y tres más tardíamente llegados, recuerdo. Pero lo más importante era y es, que se superaron estas distinciones disciplinarias. Si fuera solo una relación externa que nos quita parte de lo que producimos -me acuerdo haber escrito alguna vez- la podríamos aguantar. El meollo del problema reside en que como la dependencia 'externa' involucra igualmente las relaciones 'internas' hasta el punto que forma la estructura de clases, poco menos que determina las políticas de las capas altas y medianas -y con esto también las de las capas bajas-. Y el Brasil -desde Getulio a Juscelino, a Jango y los militares, y sus sucesores civiles hasta Fernando Henrique- es acaso el ejemplo que más claramente nos muestra y enseña esta cara interna de la dependencia. Theotonio les pasa revista en muchas de sus secciones dedicadas al Brasil.
En cuanto al 'desarrollo dependiente' que FHC declarara factible ya en el exilio, bajo su capitanía el dependiente navío brasileño navegó bastante mal, y casi naufragó, en el mar global. Como cualquier otro socialdemócrata en América Latina, Europa o Canadá, aplicó la mal llamada política neoliberal. Hizo el servicio de la deuda lealmente como cualquiera, salvo que financió la deuda externa con una deuda interna basada en tasas de interés del 60 por ciento para atraer fondos particulares, tanto nacionales como extranjeros. Pero claro, con los únicos resultados esperables. Los que saben jugar con tasas de interés tan altas, pueden enriquecerse aún más y sacar su plata fuera del país. Pero para el pobre industrial que necesita empréstitos para empezar o continuar con su empresa y con el empleo que da, no hay botes salvavidas para él y sus pobres obreros y empleados. Y con esto la tasa de crecimiento disminuye y la cesantía crece.
FHC entrega el Brasil a Lula no solo en un estado deplorable, sino mucho peor de como él lo había recibido, con una deuda aún mayor y menos pagable o manejable, con superávits comerciales y reservas menores, tasa de crecimiento más baja, pobreza mayor, como lo demuestra no solo Theotonio, sino la triste realidad palpable para cualquiera, tanto que el sucesor elegido por FHC (José Serra) apenas sacó el 33 por ciento de los votos. Es más, FHC deliberadamente firmó acuerdos recientes con el FMI que dejan a Lula con los manos atadas -y quizás los pies también-. Y esto fue antes que el virus Argentino invada al Brasil y el casino del capital especulativo salga de un golpe, lo que puede dejar Brasil sin base. Recordamos como un presidente mexicano se las arregló para que la crisis financiera se postergara hasta explotar en el primer mes del mandato de su sucesor. Vale la pena la comparación con el Chile de los Chicago Boys que han impuesto un control estatal sobre los ingresos y salidas de capitales, como también lo hizo Malasia y Bielorusia -y Yugoslavia bajo Milosevic- todos en la lista de los "fallidos" del FMI, pero que para su población ofrecen por lo menos alguna protección. Nada de esto hizo FHC en el Brasil, campeón mundial no tan sólo de fútbol, sino también de la desigualdad en la distribución del ingreso. Del pan y circo de los Romanos, a los sambódromos y el fútbol. Pero ¿dónde está el pan diario o la supervivencia de los jóvenes, entre los cuales, los ejecutados en la calle son más que los muertos por accidentes? Y FHC entregó también hasta parte de la soberanía formal del Brasil a los norteamericanos, al dejarlos negar la entrada a los brasileños a su base de cohetes en el Amazonas: ¿a cambio de qué?.
A menudo se me pregunta, y quizás a Theotonio y hasta a Fernando Henrique también, que piensas ahora de la dependencia, de sus aciertos y de los errores que cometimos. Lo primero que diría, es que pensábamos que nuestras concepciones de la dependencia se diferenciarían mucho más de lo que a la postre ahora vemos. Afortunadamente nuestras discusiones y críticas -por escrito de Theotonio a mí, y míos a Theotonio y a Fernando Henrique y José Serra, siempre incluyendo a Ruy Mauro Marini- sirvieron menos para apartarnos que para obligarnos a cada uno de nosotros a hacer nuestros argumentos más sólidos- y más cercanos a los demás. Y tanta diferencia no hubo nunca. Analizando la realidad de la dependencia, más bien uno agregó otras observaciones a un conjunto y complejo de dependencia que siguió creciendo, no tan sólo en nuestras descripciones, también lamentablemente en la realidad. Y mientras yo últimamente me he ocupado de la historia mundial y no de la dependencia latinoamericana, si ahora le doy una mirada desde lejos, tan solo veo que ésta ha crecido y se ha fortalecido cada vez más. Es lo que se nos muestra mucho más aún en los hechos -y en lo NO hecho o dejado de hacer porqué no se puede, o se dice que no se puede- como a menudo lo ha dicho nuestro amigo Fernando Henrique. O sea, la dependencia está viva y bien. Pero como dijera un general presidente del Brasil, el Brasil está bien, pero el pueblo no.
Ahora bien, hay que plantearse la otra gran pregunta: ¿Qué política seguir CONTRA la dependencia para acabar con ella y el subdesarrollo que desarrolla? Aún discutimos y discrepamos aún más -pero tan sólo aparentemente-. Porque la triste verdad es que ninguno de nosotros, ni tampoco los políticos, fuimos capaces de dar una respuesta válida, vale decir dimos una que ayer no resultó, ni hemos dado tampoco alguna que resulte hoy. Mucho menos, nos planteamos la pregunta, ¿y después qué hacer?
Aquí reside la debilidad del libro de Theotonio. No es que no contesta esta pregunta que no tiene respuesta, sino que no se la plantea. Porque al no plantearnos la pregunta de cómo realmente DES-dependizarse, o que significaría hacerlo, ni mucho menos preguntarnos que y cómo hacer después, dejamos de ir al grano del problema. Y no vemos cuánto nos equivocamos. Nuestros antagonistas y enemigos no ofrecieron respuestas mejores. Tampoco dicen de verdad, cómo acabar de verdad con la dependencia que hay de verdad, ni cómo acabar con la pobreza, la alienación, que según ellos ni siquiera se deriva de una dependencia que no existe según ellos. También es claro, que mucho más equivocados no podrían haber estado los que voluntariamente se dejaron llevar por el "Acuerdo de Washington". Y si no fuera tan horrorosa, podría parecer divertida la excusa que ofrecen, la de que la receta del Dr. Washington era por cierto la medicina correcta, y el problema reside tan sólo que los pacientes -y cuan pacientes eran y aún son- no la tragaron en cantidades suficientes. El Secretario del Tesoro norteamericano Paul O'Neill (hoy 6 de diciembre del 2002 lo despidieron!) se fue a Argentina alegando esto mismo, y envió el mismo mensaje a Brasil. Pero ya antes del 'reajuste' para aumentar las dosis del mismo remedio, les había tocado su turno a Rusia y a Europa Oriental en la década de los 90, y a Asia Sudeste después de 1997 -previsiblemente con resultados más desastrosos- literalmente destrucción de sus sociedades -aun más que en Latinoamérica, fuera de Argentina-.
Podríamos examinar algunos casos del Este de Asia, donde por circunstancias distintas algunas políticas de desarrollo están dando resultados, o a Europa del Este en donde en esencia se ha ido repitiendo el mismo drama de Latinoamérica, siempre con los mismos socios y consejeros. Pero como Theotonio no toca esta parte de la temática de la dependencia, tampoco lo voy hacer yo, por lo menos aquí. Los que quieren, pueden mirar mis escritos al respecto en mi pagina web personal, secciones 5 y 7 sobre la actualidad, en: http://rrojasdatabank.info/agfrank/
¿Y Theotonio? Pone ensayos de análisis de economía política en la red cada semana, pero no están en este libro. Por suerte hasta ahora se limitan mayormente al análisis, que es el lado fuerte de Theotonio. Nos conocemos desde el 1963 en Belo Horizonte y después en la Universidad Nacional de Brasilia donde fue alumno mío, México, y Chile donde era jefe mío. En una cosa no ha cambiado, ¿o será que sí ahora en época de Lula? Nunca me olvidaré del comentario de mi hijo Miguel al salir de una charla de Theotonio en una librería de Washington DC. Que magnifico su análisis, dijo, pero no tenía ninguna relación con sus conclusiones optimistas. En efecto, la muerte del bien recordado Ernest Mandel promovió al rango de optimista número UNO mundial a Theotonio. Este libro, escribe en su prologo, "es más una contribución a esta lucha de los pueblos colonizados y dependientes y que pasa profundamente por la lucha ideológica". Te pregunto mi querido amigo Theotonio, la lucha ideológica la hemos desarrollado hace décadas, ¿y mira hacia donde nos han conducido? Y ahora el pobre Lula se queda con un retraso de años luz ya antes de tomar el gobierno -pero no el poder como solía decir Salvador Allende- tanto para nuestros sueños como para las realidades que conocimos y combatimos por lo de la dependencia. Que nos muestra también Theotonio, por lo que escribe en este libro.
ANDRE GUNDER FRANK
Por Theotonio Dos Santos* - 26 abril 2005
¿Quien es el economista más citado y discutido en el mundo? No pierda su tiempo buscando entre los premios Nóbel y otros muy promovidos en la gran prensa. André
Gunder Frank es de lejos el más citado y el más discutido en el mundo como revelan varios estudios sobre el tema y las más de 30.000 entradas que tiene en la Internet. Su muerte el sábado 23 de abril pasado produce un vacío en el pensamiento social contemporáneo difícil de ser sustituido. Pero André era bien más que esto. Él era un tipo de intelectual completamente consecuente con sus ideas. Un luchador permanente por la verdad y por la transformación del mundo. Aún cuando se equivocó mucho, como todo ser humano, era fértil y motivador incluso en sus errores. Esta es una calidad que solo los genios tienen.
André se formó académicamente en la "cueva de las serpientes": recibió su doctorado en la Universidad de Chicago y convivió con la brillante generación de conservadores que tanto deformó las ciencias sociales en las décadas del 50 y 70 para abrir camino finalmente en los años 80 a la hegemonía del pensamiento único que aún nos asfixia. Su crítica a los Chicago boys que tomaron el control del Estado chileno en el gobierno fascista de Augusto Pinochet es, en este sentido, aplastante y definitiva.
Cuando lo conocí en Brasilia, en 1963, él había sido invitado por Darcy Ribeiro rector de la recién fundada Universidad de Brasilia para dirigir un seminario sobre "el estructural funcionalismo", corriente de pensamiento conservador que dominaba en aquél momento las ciencias sociales. Él ya había tomado distancia de esta corriente mayoritaria en la Universidad de Chicago a través de su contacto intelectual con Paul Baran y Paul Sweezy. Su artículo sobre la remesa de ganancias y pagos de servicio superiores a la entrada de capitales del exterior causó gran conmoción y fue lo que lo llevó a ser invitado por Darcy.
En su seminario estábamos Ruy Mauro Marini, Vania Bambirra y yo que seríamos posteriormente consagrados como la corriente radical de la teoría de la dependencia. Discutimos mucho todo el tiempo. Pero no hay duda que asumimos un compromiso intelectual y político común que duró toda una vida, a través de 2 exilios políticos de Brasil a Chile y de Chile al exterior. Y, en nuestro, caso en una amnistía que nos lanzó a un Brasil profundamente comprometido con el capital financiero internacional.
En su participación en el Seminario Internacional de la REGGEN de Agosto de 2003, en Río, sobre Hegemonía y Contra hegemonía, Andre tuvo la oportunidad de ir hasta Brasilia, Sâo Paulo y Santa Catarina. A pesar de su enfermedad ya tan avanzada el hizo cuestión de desplazarse hacia todos estos lugares para dejar testimonio de que la teoría de la dependencia empezó en aquellos años de 63-64, en nuestros debates y acuerdos dentro de esta experiencia pedagógica colosal que fue la UnB de Darcy Ribeiro, destruida en gran parte por la dictadura militar de 1964.
Exilado en Chile, como nosotros, André se incorporó en 1967 al Centro de Estudios Socio Económicos (CESO) de la Facultad de Economía que yo dirigí. Ahí estaban otra vez Ruy e Vania lo que nos permitió realizar muchos trabajos conjuntos. Ahí se consolidó la recuperación de los ciclos largos como instrumento fundamental para la comprensión de la historia económica contemporánea. La experiencia del gobierno de la Unidad Popular estimulaba de manera impresionante el trabajo intelectual, trátase de un laboratorio fantástico para analizar el cambio social y la revolución. Frank vivió muy profundamente esta realidad teniendo el apoyo de su esposa Marta, de origen chilena.
El golpe de Chile destruyó el CESO y nos dispersó otra vez. Yo y Vania fuimos para México donde hemos sido recibidos con una solidaridad conmovedora. André y Ruy fueron inicialmente para Alemania. Rui vino posteriormente para México y se incorporó al Doctorado de Economía de la UNAM que yo dirigía. Frank inició un periplo por el mundo terminando por un buen período en Holanda donde se jubiló. En estos años sufrió mucho por la persecución de la inmigración estadounidense. Acostumbraba ingresar en Estados Unidos por la frontera canadiense. Su principal culpa era haber abandonado la nacionalidad estadounidense y retomar su identidad alemana. Pero él se sentía sobretodo un latinoamericano aunque no había espacio para él en una América Latina dominada por dictaduras militares.
Después de la muerte de Marta, continuó su periplo por Canadá y después en los Estados Unidos de Clinton donde pudo trabajar pero con restricciones emigratorias. Sus últimos días de vida los vivió en Luxemburgo al lado de Alison, una mujer de mucha fibra y disposición que lo ayudó mucho a enfrentar su enfermedad por 12 años de lucha colosal.
Su producción en los años 70 es menos conocida a pesar de su profundidad y su fuerza provocativa. Él fue uno de los creadores de la teoría del sistema mundial cuya crisis analizó en dos libros extremamente impactantes. Además inició el balance histórico del sistema mundial que hizo retroceder por lo menos hasta el siglo quinto antes de Cristo. Su libro Re-Orient mostró el rol de liderazgo que ha ocupado China en este sistema mundial creado en torno de la ruta de la seda. Hegemonía que solo pierde en el siglo XVIII con el ascenso del poderío marítimo occidental y con la revolución industrial.
Nada hay de más importante que esta revisión de la historia mundial que sugiere André y que provocó una polémica colosal incluso dentro del grupo del sistema mundial. Sus últimos escritos apuntaban hacia el rol del dólar y del pentágono en la hegemonía norteamericana actual y la crisis definitiva que ambos viven en el presente. Otra tesis polémica que es sin embargo más próxima al enfoque del sistema mundial en su conjunto.
Cuantas polémicas más no se estarían gestando en el cerebro colosal de André Gunder Frank. Su hijo Frank cuenta que él trabajó hasta su suspiro final. Tengo este sentimiento de pérdida de un intelectual de vanguardia pero sobretodo de un amigo y camarada. Pero me duele pensar cómo toda una generación de economistas ha sido llevada a desconocer esta obra colosal por la influencia decisiva del llamado pensamiento único que se impuso en varias universidades de todo el mundo. Resta sin embargo la certeza de que en los movimientos sociales y en el espíritu del Forum Social Mundial su obra es una referencia fundamental.
*Profesor titular de la UFF. Director del REGGEN. Autor de La Teoría de la Dependencia: balance y perspectiva , Editora Plaza y Janés, México, que fue comentada por André Gunder Frank en su artículo "La dependencia de Theotonio".
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